Todos podemos ser diseñadores!
- Raquel Alaguero
- 12 mar 2017
- 2 Min. de lectura
¡Hoy en día todos podemos ser diseñadores! Sí, así es, en los últimos años se ha extendido una forma de trabajar con las ideas, llamada DESIGN THINKING o pensamiento del diseño. Con este nuevo modelo todos podemos convertirnos en diseñadores-consultores-gestores ya que podemos identificar oportunidades y visualizar formas de solución de problemas, gracias a una nueva forma de pensar, centrada en las necesidades reales de las personas.

Tim Brown, presidente de IDEO y profesor de Ingeniería en Stanford, nos da la siguiente definición: “El design thinking es una disciplina que usa la sensibilidad y métodos de los diseñadores para hacer coincidir las necesidades de las personas con lo que es tecnológicamente factible y con lo que una estrategia viable de negocios puede convertir en valor para el cliente, así como en una gran oportunidad para el mercado”.
Para entender la base del DESIGN THINKING, debemos entender las fases que lo componen.
La primera es EMPATIZAR con la audiencia objetivo, hacia la cual va dirigido nuestro diseño. Mediante observación y entrevistas recopilaremos la máxima información que podamos para entender cómo cubrir las necesidades de mercado, es decir, entender al futuro consumidor de nuestro diseño de forma que sepamos exactamente lo que necesita. A esta fase la podríamos identificar como el QUIEN.

La siguiente fase, nace por consecuencia natural de la primera, DEFINIR el diseño según el punto de vista y pensamientos del usuario e IDEAR, a través del brainstorming y otras técnicas, la solución más creativa e idónea para satisfacer su necesidad. A esta podríamos definirla como el QUÉ.
Una vez analizados y definidos los parámetros necesarios para satisfacer a nuestro usuario, podemos empezar con la siguiente fase, PROTOTIPAR, fabricaremos y construiremos nuestro diseño para representarlo y mostrarlo de forma que los demás lo entiendan. Podríamos llamarla el CÓMO.
Por último, para comprobar si hemos hecho correctamente todo el proceso y corregir posibles fallos en nuestro diseño, tendremos la fase de TESTAR, en este caso trataremos de compartir nuestro diseño para obtener feedback, de esta forma podremos mejorar, corregir o rectificar posibles errores y entender por qué funciona o por qué no funciona. Así que a esta última fase la llamaremos el POR QUÉ.

Con estos sencillos pasos, se consigue organizar nuestra capacidad y pensamiento creativo, llegando a soluciones eficaces.
Empresas de nueva creación, start ups, pymes, multinacionales, y una gran variante del sector tech, ha conseguido mejorar sus resultados gracias a esta manera de pensar. ¿Y tú? ¿A qué esperas para ponerte en marcha?
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